miércoles, 4 de agosto de 2010




A vos colorada de mi alma, amiga, vecina, te amo muchisimo. Gracias por aparecer en mi vida, por aconsejarme siempre, por los abrazos a las siete de la mañana, por los gritos, los codigos, las tardes de gim, todo eso. Estoy siempre que me necesites, nunca lo dudes.